La Consejera de Familia de la Junta de Castilla y León, Alicia García, inauguraba en la farmacéutica GSK Aranda de Duero la parte práctica de la primera edición del Certificado de Profesionalidad de Nivel 3 dirigido a la promoción de la capacitación técnica de las mujeres.
L.V. Demostrando que el tren sí puede pasar dos veces, doce mujeres que por circunstancias familiares se vieron obligadas a posponer sus estudios de ingeniería, terminaron ayer la fase teórica del certificado de profesionalidad que les permitirá acceder a la plantilla de Glaxo Smith Kline. Para celebrarlo, la factoría arandina contó con una invitada de excepción, la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Alicia García. «Estoy maravillada», aseguraba consciente del compromiso de esta fábrica con la igualdad de oportunidades y la inclusión laboral.
Terminan una fase teórica, que durante tres meses ha impartido el centro San Gabriel, e inician una nueva etapa práctica con un objetivo claro: capacitarse en un perfil que al estar ligado a máquinas y producción tradicionalmente ha estado ocupado por hombres. «Con este proyecto queremos compensar esa parte», explica el director de la fábrica arandina, Ismael de los Mozos, orgulloso de un centro que con un porcentaje de 52% hombres y 48% mujeres, es todo un ejemplo en igualdad.
El programa de esta primera promoción cobra forma bajo el título ′Planificación, Gestión y Realización del mantenimiento y supervisión del montaje de maquinaria, equipo industrial y líneas automatizadas de producción´, y afecta a doce mujeres con edades comprendidas entre los 25 y los 50 años. «Uno de los objetivos de este programa es acercar el mundo de la mecánica y el mantenimiento industrial, tradicionalmente masculino, a las mujeres», explica la directora de Recursos Humanos de GSK, Ana Valdivielso, convencida de que es un ámbito de mucho futuro en la que «ellas tienen que estar». «Desde GSK estamos muy comprometidos con la igualdad en todos los aspectos; no solo fortaleciendo la presencia de la mujer con programas de talento y desarrollo acelerado; sino también preocupándonos por la inclusión y la diversidad», añade.
Una filosofía que no pasa desapercibida para la consejera, Alicia García. Según sus palabras, es en el ámbito laboral donde se manifiestan muchas de las desigualdades que afectan a la mujer. «Propiciar la igualdad de género en la empresa no es sólo una cuestión de ética, justicia y equidad sino que es una cuestión estratégica y un factor de competitividad empresarial», subraya decidida a seguir favoreciendo las actuaciones conjuntas, coordinadas y complementarias entre la administración y los agentes sociales y empresas.
La consejera destacó así el compromiso de la Junta de Castilla y León con la igualdad de oportunidades, algo que tiene su reflejo en aspectos como el esfuerzo presupuestario llevado a cabo por la Consejería en el Programa de Promoción y Apoyo a la Mujer, al que se destinan este año más de 8 millones de euros, lo que supone un incremento del 7,47% respecto a 2016. «La promoción y el apoyo a la mujer es la segunda partida del presupuesto de la Consejería que más crece en 2017», recalcó.
Como ejemplos, el programa ‘IO Empresas’ para implantar medidas y planes de igualdad; la convocatoria de ayudas a asociaciones y entidades del tercer sector para programas de capacitación e inserción de mujeres con especial vulnerabilidad; (con programas como ‘Empleo–Mujer’ para reinserción de mujeres en riesgo de exclusión del mundo rural, o con convocatorias como la que ayer aparecía en BOCYL de 80.000 euros para ayudas a la contratación de mujeres víctimas de violencia de género). «De igual manera, en lo referente a medidas que permitan a la mujer conciliar, son destacables la red de centros infantiles, 861 centros en Castilla y león con 35.031 plazas; el programa Crecemos para niños de 0 a 3 años en núcleos rurales; el programa Conciliamos donde son atendidos más de 6.500 niños y niñas en los periodos vacacionales del año, o los programas Madrugadores y Tardes en el cole», recordó.
La consejera recorrió las instalaciones de este centro farmacéutico que produce al año 150 millones de unidades de inhaladores y cerca de 1.800 millones de comprimidos, de los que prácticamente el 100% se destinan a exportación. Actualmente cuenta con una plantilla que supera los 600 trabajadores.