El pasado 7 de Octubre tuvo lugar la visita institucional del Gobernador del Distrito, Antonio Quesada, a nuestro Centro Educativo. Acompañado de otros miembros rotarios de Burgos y de Aranda de Duero, se celebró un encuentro con la Dirección del Centro Educativo en el que se sentaron las bases para llevar adelante diferentes vías de colaboración y trabajo entre los Rotarios y San Gabriel
En 1896, un joven abogado, llamado Paul Harris, llegó a Chicago a ejercer leyes movido por el vertiginoso ritmo con el que la ciudad estaba creciendo. Sin embargo este desmesurado crecimiento estaba abocando a Chicago a ser una urbe de corrupción, muy peligrosa para los negocios y de difícil estabilidad profesional. En esta cosmopolita ciudad de descontrol, de actividades sucias, donde imperaba la ley del más fuerte y donde la honestidad no era moneda de cambio, la soledad acompañaba e invadía todos los movimientos de Paul Harris.
Día a día, el joven abogado comprobaba que en su misma situación de agobio se encontraban cientos de personas sobre todo empresarios, profesionales y altos cargos ejecutivos. Pronto, Paul Harris empezó a gestar la idea de crear un club donde personas como él, pudieran exponer sus problemas y buscar el apoyo moral necesario para combatirlos, compartir la amistad y dedicar un poco de su tiempo al servicio de la sociedad. Sólo este enriquecimiento personal podría vencer tal vagabunda y problemática presión social.
Próximo a cumplir 37 años, Paul Harris, un 23–02–1905, fundó el primer club de servicio del mundo con otros tres profesionales: Silvester Schiele, un comerciante de carbón, Gustavus Loehr, un ingeniero de minas, e Hiram Shorey, un sastre.Paul Harris llamó a dicho club, Rotary porque sus miembros se reunían y conocían rotando cada semana entre sus establecimientos.
El Club crecio rápidamente y a fines de 1905, ya contaba con 30 socios. Tres años más tarde se formó un segundo club en San Francisco. Al cuarto año, se crearon cuatro clubes más (tres en la costa occidental de EEUU y uno en la ciudad de Nueva York).
El hecho de que Paul Harris pretendiera desde su inicio fundacional que los Clubes estuvieran formados por personas de las más variadas ocupaciones que fueran apolíticas y aconfesionales y de cualquier raza, lengua o cultura se fundamentaba en que tanto mayor fuera esa diversidad mayor sería la consistencia de los mismos.
A pesar del tiempo transcurrido y los cambios tan acuciantes de la sociedad, los fines rotarios son, más que nunca, indiscutiblemente válidos: Fomentar la amistad, procurar ayuda a la comunidad, cultivar la honorabilidad en las ocupaciones y colaborar en el entendimiento de los pueblos para conseguir la paz y bienestar de los hombres sigue siendo el objetivo por el que todo rotario dedica parte de su tiempo e inteligencia.
En la organización rotaria somos un numeroso grupo de amigos –hombres y mujeres– de 1.225.000 rotarios, distribuidos en mas de 31.000 clubes, repartidos por 170 países, que colaboramos a través de nuestra Fundación Rotaria con gobiernos de los cinco continentes e infinidad de organizaciones mundiales como LA UNESCO, NACIONES UNIDAS, ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD, MÉDICOS SIN FRONTERAS, CRUZ ROJA, ETC....en programas de salud, de alfabetización, medioambientales, culturales, sociales,.... si bien lo esencialmente importante de cada Club es su identificación ante las necesidades de su entorno.