Hasta veinte días ha habido que esperar en este gélido mes de enero para que la Ribera del Duero haya sido "premiada" con las primeras nieves del año tiñendo de blanco las preciadas tierras ribereñas.
Como es tradición, San Gabriel-Ciudad de la Educación, de los Hermanos Gabrielistas, hace públicos al inicio de cada año los datos relativos a la climatología de esta zona de la Ribera del Duero. Se trata de un estudio donde se recogen diariamente las precipitaciones en sus diversas formas, así como las temperaturas, humedad, presión atmosférica, el viento y la nubosidad.
Una vez se dispone de los datos diarios de todos los meses, se pueden ir haciendo cálculos en términos de medias aritméticas y valorar como se desarrollan las estaciones y compararlas con las mismas estaciones y meses de años anteriores.
Algunos datos que podemos extraer del documento resultante son las temperaturas máximas y mínimas. La temperatura máxima se registró en el mes de Julio siendo ésta de 39ºC, no demasiado alta como en veranos anteriores, mientras la temperatura mínima la encontramos en los meses invernales de Enero y Febrero como de costumbre, pero con unas cifras que no descendieron de los cuatro grados bajo cero (–4ºC), por tanto en 2014 tuvimos un invierno fresco y no gélido como rezan los refranes castellanos. Si recordamos, en el 2014 la primavera, esa estación de tránsito que nos trae por igual días de sol y de lluvia, se alargó más que en años anteriores debido a que el invierno no fue tan frío y los anticiclones dieron paso ya en enero a tipos de tiempo borrascosos haciendo así que empezara antes la temporada de lluvias. Por este mismo motivo, las precipitaciones aumentaron notablemente en los primeros meses del año manteniéndose altas hasta Abril, dando lugar así a un año con unas precipitaciones tan abundantes como las del 2013 que por otra parte son las cifras propias de nuestro clima pero por encima de las precipitaciones de los dos años anteriores (2011 y 2012).
El mercurio registró datos bastante altos durante el año 2014 y así obtuvimos una temperatura media anual de 13,9º C, la más alta de los últimos años, pero hay que explicar que esta temperatura no se debe a lo caluroso del verano, porque no lo ha sido, si no a que las temperaturas invernales no han sido tan bajas como nos tiene acostumbrados el clima de nuestra región. 2014 ha sido un año con ciertas rarezas climatológicas, como casi todos los años, que nos sorprenden con algo atípico. En este 2014 podemos destacar que la primera y única helada después del verano la encontramos a finales de Diciembre.
Del pluviómetro obtuvimos en 2014 unas cifras muy parecidas a las del año anterior. Las precipitaciones han sido más abundantes que en el 2012 y muy por encima de 2011 que fue el año más árido de la última década, como muchos recordarán. No obstante los 532 litros por metro cuadrado del pasado año están dentro de los parámetros normales de nuestro clima mediterráneo continentalizado, por lo que no podemos decir que las precipitaciones hayan sido abundantes. Lo más destacable sería que durante el 2014 hemos tenido estaciones muy homogéneas, fueron los meses de invierno, sobre todo, y primavera bastante lluviosos, Enero con 89 l/m2 y Abril con 26 l/m2, lo normal hubiera sido al revés, pero el invierno comenzó siendo lluvioso y la primavera apenas acumuló 60 l/m2. Esta escasez de precipitaciones en primavera se equilibró en los meses de otoño como es habitual y Noviembre no defraudó con una gran acumulación de días lluviosos alcanzando los 170 l/m2.
En cuanto al número de heladas, o lo que es lo mismo la cantidad de días que el termómetro ha marcado temperaturas bajo cero, el informe señala Marzo y Enero como los meses con las mayores cifras, 9 y 8 respectivamente, es decir, pocas y a destiempo. Cabe destacar que en Junio hubo dos tardías heladas y tras el verano, sólo una más antes de terminar el año. Estos son datos a tener muy en cuenta en una zona de producción vitivinícola tan importante como es la Ribera del Duero.
En general el 2014 ha sido un año menos atípico que los anteriores, es decir, que la sucesión de tipos de tiempo ha sido la habitual para nuestro clima, pero no debemos olvidar que cuando hablamos del clima lo excepcional no es inusitado y siempre hay fenómenos que se repiten y fenómenos totalmente nuevos o raros.
Este estudio climatológico revela que el año 2014 se ha parecido al 2013 pero no a los anteriores y probablemente no se parezca a los venideros, aunque por otra parte ha tenido unas variables muy acordes con lo que cabría esperar, la dinámica atmosférica siempre es caprichosa pero este año ha sido austera y no se le han antojado tantas singularidades.
Podemos afirmar igualmente que este estudio es especial, dado que incorpora, junto a todos estos datos climatológicos, otros elementos relevantes relativos a la fenología como son las fechas de llegada y salida de determinadas aves como el avioncillo, la cigüeña, la golondrina, el ruiseñor, la oropéndola, etc. y que arrojan mucha información sobre el tiempo atmosférico y el clima. Igualmente se incluyen datos sobre la cantidad y variedad micológica encontrada en la zona. Datos que sólo pueden ser fruto de la contemplación atenta de la naturaleza que nos rodea.
Un nuevo año ha comenzado y todos en San Gabriel recordamos emotivamente al Hno. Salvador, un enamorado de la educación y de la naturaleza que partió a la casa del padre el 28 de Septiembre de 2009. Nos deja muchos legados y enseñanzas: la observación y el análisis del clima, entre otras, durante más de treinta años y por eso nos disponemos con ilusión a seguir contemplando y tomando buena nota de todas las cifras y realidades que la naturaleza nos ofrece. El Hno. Elicio y la Pfra. Aintzane Bernaola que han recogido el preciado testigo del Hno. Salvador. Gracias a ellos podemos dar archivo a este estudio climatológico del 2014, pero conviene no esconderlo mucho pues lo necesitaremos seguro, para responder a algunas preguntas que seguiremos haciéndonos en un futuro próximo.
Porf. Javier Díez