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Entre otras personalidades, asistieron al acto inaugural el arzobispo de Burgos, don Fidel Herráez; don Ángel Guerra, diputado provincial por Burgos; doña Raquel González, alcaldesa de Aranda de Duero; don Máximo López Vilaboa, concejal del citado Ayuntamiento y conocido investigador de temas de historia y arte de la Ribera; doña Azucena Esteban concejal de Cultura del Ayuntamiento de Aranda; las alcaldesas de Lerma y Covarrubias, etc, etc… Lleno hasta la bandera, se consolida como el curso de verano de mayor número de alumnos de España.
ArandaHOY.com/ El primer ponente fue Íñigo Méndez de Vigo y Montojo, letrado de nuestras Cortes Generales, ministro de Educación, Cultura y Deporte desde el 25 de junio de 2015, y también ministro Portavoz del Gobierno desde el 4 de noviembre de 2016. Disertó sobre el tema ‘Ante los sesenta años de la Unión Europea, una aproximación histórica a la realidad actual’.
Para el señor Méndez de Vigo, que fue eurodiputado durante 19 años, Europa siempre ha estado en una encrucijada, ha ido construyéndose a golpe de crisis, y de las crisis se sale con oportunidades. Desde la negativa, al principio, de Francia ceder parte de su soberanía, hasta lo que calificó de ‘europesimismo’ y ‘euroesclerosis’ de los años ochenta, tras el encarecimiento de los precios el petróleo subsiguientes a la llamada ‘guerra de los seis días’ de principios de los setenta, para finalmente alcanzarse notables avances en los años noventa, ha sido a grandes rasgos el devenir reciente de la Unión Europea. En el año 2000, se produjo el gran paso del advenimiento de la moneda única. En 2010 el euro corrió el riesgo de haber podido desaparecer. Después vinieron las revoluciones tecnológica y digital, y más recientemente el surgimiento del populismo. A este respecto, los recientes resultados electorales en Holanda y Francia permiten albergar esperanza en el futuro inmediato. En un momento de economía sostenible, en que está creándose más empleo y hay crecimiento, ha surgido el gran trastorno del ‘brexit’. Para el señor Méndez de Vigo, los ingleses son profundamente demócratas y, por tanto, si han votado afirmativamente al ‘brexit, a él no le cabe duda de que el ‘brexit’ terminará llevándose a cabo.
Nuestros tres grandes retos ahora son: cómo se puede se puede seguir creciendo buscando un modelo integrador; hacer frente al problema de la inmigración poniendo en práctica una política inteligente de inversiones en origen; y hacer frente al terrorismo.
En cuanto al desestimiento sobre el proyecto de una Constitución a nivel europeo, el señor Méndez de Vigo consideró que fue un error someterla a referéndums en diversos países, pues, mientras a los ciudadanos de un país podía parecerles su contenido demasiado liberal, en cambio los de otro encontraban ese mismo texto demasiado social. Aquel proyecto de Constitución Europea, ha quedado transformado en el Tratado de Lisboa, totalmente exento de aspiraciones constitucionales europeístas.
En cuanto a las ayudas agrícolas, el señor Méndez de Vigo aseguró que las mismas están garantizadas hasta el año 2020, mientras que está a punto de comenzar la negociación de las del periodo 2021–2028.
Respecto al ‘problema catalán’, dijo que el Gobierno ni puede ni va a consentir un referéndum de secesión que es ilegal. Formuló la hipótesis de que fuese modificada nuestra Constitución tras una –también hipotética– exposición razonada de motivos ante el Congreso por parte del señor Puigdemont, que permitiese una –también hipotética– secesión constitucional de Cataluña; pues en tal caso, Cataluña también se vería apartada irremediablemente de la Unión Europea.
España ante la nueva Europa, una visión mediática
José Hervás mostró su escepticismo en cuanto al aseguramiento hasta el año 2020 de las ayudas comunitarias al sector agrícola, por culpa de un déficit, que cifró en nueve mil millones de euros tras la marcha de Gran Bretaña, y como consecuencia de las trabas que está anticipando ya dicho país en esta cuestión. Dijo que el ‘brexit’ puede degenerar en una crisis existencial para Europa; por lo menos en una gran incertidumbre. También el Reino Unido saldría perjudicado, convertido en una isla con problemas de abastecimiento de productos agroalimentarios que ahora recibe regularmente y libre de aranceles desde la Unión Europea.
Belén Molleda dijo que Grecia recibe de la Unión Europea seis veces más de lo que aporta y que, sin embargo, el 75% de los griegos se muestran contrarios a la UE. De esto último culpó a la propia Unión Europea, que no sabe vender sus logros y permite que se tenga de ella una imagen de organismo generador de cargas. Achacó el enorme déficit económico que arrastra Grecia a la irresponsabilidad política de sus autoridades y al caos administrativo allí reinante, señalando algunos ejemplos relevantes. Finalmente denunció que la Unión Europea se muestra débil con el fuerte, y fuerte con el débil. La Unión Europea ha condonado a Alemania buena parte de la deuda que contrajo como consecuencia de las dos guerras mundiales que desató, mientras que, por el contrario, a Grecia se le exige saldar su deuda hasta el último euro.
Antonio Papell aprovechó ingeniosamente esta última cita -debilidad frente al fuerte y fortaleza frente al débil- para comentar que mientras estuvo presente el ministro en la sala, la misma estuvo llena a rebosar, mientras que ahora que, el ministro se había marchado e intervenían ponentes de menor rango, también se habían ido muchas otras personas. ‘Se fue el ministro, se fue el obispo’ dijo textualmente. Con etapas de ‘federalitis’ unas veces y de ‘funcionaritis otras, el señor Papell describió someramente la construcción de Europa desde la segunda guerra mundial, hasta la incorporación de España a la Unión Europea en 1986 con 19 años de retraso respecto al Tratado de Roma. Calificó la posición actual de Alemania como de ‘semihegemónica’ dentro de la Unión Europea. Comentó cómo hemos ido pasando de un bipartidismo imperfecto a un pluripartidismo impredecible. Dijo que el ‘brexit’ supone una tragedia que aún no hemos calibrado y mostró su confianza en que sea un fenómeno que todavía tenga vía de retorno.
Una visión socialdemócrata de Europa
Ramón Jáuregui, eurodiputado y exministro, definió el ‘brexit’ como un deseo de vivir al margen de la Unión Europea. El momento actual lo calificó como una ‘policrisis’ o crisis existencial: ¿va a continuar la UE o no? Dijo que estamos rodeados de conflictos en países fronterizos con nuestra zona: Iraq, Libia, Siria,… ‘La primavera árabe acabó degenerando en un crudo invierno’. A comienzos de 2017 hemos superado en Europa dos graves riesgos, como hubieran sido otros resultados electorales bien distintos en Holanda y en Francia. Hoy la economía europea ha comenzado a funcionar mejor; todos los países que componen la Unión Europea están creciendo. Al fin y a la postre, somos un mercado de 500 millones de potenciales consumidores con el nivel económico más alto del mundo. La Europa del día a día funciona. Somos deficitarios en energía y eso nos empuja a que busquemos ser los líderes en energías renovables; se pretende que para 2030, el 35% de la energía que consumamos en la Unión Europea sea de origen renovable. Pronosticó que va a ser durísima la negociación del ‘brexit’. ‘Se ha abierto para salir una puerta que antes sólo se abría para entrar’. Dijo ser de los que creen que el ‘brexit’ sí va a materializarse y afirmó que Europa está falta de una narrativa estimulante. Dijo que hemos saltado de la informática a la robótica y finalizó el señor Jáuregui calificando tanto a Trump como a Putin como dos personalidades muy preocupantes.
Sadrine Moral, corresponsal de Le Monde en España, reconoció que, en Francia, los recientes resultados electorales han conseguido evitar el peor de los escenarios, y que está consolidándose en eje franco-alemán europeo. Alemania pide a Francia un mayor control presupuestario. Dijo que España nunca ha sido motor de la Unión Europea, pero que parece que se observan cambios en este sentido. Calificó a Macron de voluntarioso aunque ‘aún no ha demostrado nada, pero le creemos’.
Wilhelm Hofmeister, de Kopnrad Adenauer Stiftung, destacó el hecho de que la Unión Europea fue concebida como garante de paz, pero que las generaciones más jóvenes no perciben este inmenso valor. Reconoció que toda Europa se sintió aliviada con el triunfo de Macron. Preguntado por el tema de los refugiados, dijo que la llegada de 180.000 personas anualmente se encuentra dentro de márgenes manejables. Frente a las reticencias al respecto de otros países -como Francia- señaló que Alemania no ha tenido escrúpulos en entregar parte de su soberanía a Europa. Señaló también la distinta percepción de una mismo tema por parte de las sociedades francesa y alemana. Citó como ejemplo a un supuesto ministro de finanzas comunitario. Los alemanes verían en esa figura un generador de ahorro, mientras que los franceses le verían como un generador de gastos.
